Si dudas, detente y discierne
Marisa Velásquez

Los tiempos que estamos viviendo son convulsos a nivel mundial, y estamos transitando situaciones de caos por donde miremos.
A su vez, estamos rodeados de información, información que también es confusa y contradictoria. Los fake news están a la orden del día, y todo esto contribuye a generar más desorden y más confusión.
Pero si esto lo observamos desde la información que tenemos en mente subconsciente, podemos saber, que si hay desorden y confusión en el mundo exterior es por que ese mismo desorden y confusión también lo tenemos en nuestro mundo interior.
Muchas veces tenemos dudas muy fuertes, que no nos dejan tener claridad, que nos llenan de miedo y de angustia, y eso a su vez nos dificulta tomar nuestras decisiones.
Entonces la pregunta es: ¿qué hacer en estos casos?
Lo mejor es detenernos y discernir, pero ese discernimiento no debe solo filtrarse desde el plano mental, sino conectar con el discernimiento que no da el conectar con nuestra intuición, con nuestro mundo interior, con la parte más sabia de nosotros mismos, que es nuestro mundo espiritual.
A lo largo de los años y del recorrido espiritual que me ha tocado transitar, pude llegar a una conclusión, y es que lo que realmente es espiritual nunca va a conectarnos con el miedo. Y esto por una razón muy sencilla, pero a su vez, muy compleja: El miedo solo es la polaridad negativizada del Amor.
Nada que nos conecte con el miedo, o que nos conecte con algo que nos quite nuestro poder interior puede ser algo que provenga de la LUZ.
Recordemos que la manera en que la Divinidad ha encontrado para comunicarse con nosotros, es a través, de esa voz interior que sentimos en un primer instante ante alguna situación o alguna persona. Lamentablemente esa voz casi siempre es acallada por nuestro cotorreo mental.
Quizás todo este proceso por el que estamos transitando en estos tiempos nos lleve a hastiarnos de tanta información externa a nosotros, y que a la larga, nos llevará a donde siempre debimos estar, a nuestra conexión con nuestro mundo interior, con nuestro mundo espiritual.
Recuerda siempre, que ante la duda, lo mejor es detenerse, discernir y conectar con nuestra voz interior.