Nuestra pareja, nuestro reflejo

Muchas veces hemos escuchado la frase “la pareja que tenemos es nuestro reflejo”, pero realmente ¿qué es lo que esto significa? .
El significado de esta frase se refiere a que hay partes de lo que vemos en nuestra pareja, tanto aspectos que nos gustan como aspectos que no nos gustan, que forman parte de nuestra propia personalidad. Nuestra pareja refleja muchos aspectos propios que no reconocemos como tales o que nos resistimos a reconocer.
Cuando escuchamos esta frase suele generarnos mucho conflicto, puesto que muchos de nosotros no la llegamos a entender del todo.
Para empezar a entender como es que funciona este aspecto especular o de reflejo entre las parejas, vamos a explicar lo que es el Sistema de Activación Reticular (S.A.R.), que es una de las estructuras más antiguas de nuestro cerebro ubicada en el tronco encefálico, y es la responsable de una gran cantidad de funciones de vital importancia para nuestra supervivencia, siendo una de ella el servir de filtro de todos los mensajes sensoriales externos. Todo lo que vemos, olemos, tocamos, pasa a traves de esta red neuronal y luego envía la información para que sea procesada. Es por eso que se afirma que “no vemos con nuestros ojos, sino vemos con nuestro cerebro”, siendo nuestro cerebro quien convierte esa información en una percepción.
El S.A.R. es como un buscador o filtro, que nos hace prestar atención al entorno, y si percibe algo que puede ser de interés, entonces nos avisa y lo selecciona para que le prestemos atención.
Entonces deducimos que no podemos ver en nuestra realidad algo que no tenemos en nuestro sistema de información (S.A.R.). Es por eso, por ejemplo, que vemos personas que perciben oportunidades donde otros no las pueden ver.
Aplicando esto a nuestro tema de pareja, entonces podemos decir que todo aquello que admiramos, así como todo aquellos que nos molesta o no admitimos de nosotros mismo, encuentra un camino para manifestarse en nuestro compañero/a, y viceversa. Entonces es importante prestar atención a aquello que tanto nos molesta de ella. Es por esto que cuando los comportamientos de nuestra pareja nos hacen reaccionar, es porque vemos reflejados en ellos nuestra información ante determinados aspectos que en nuestra vida están pendientes de resolver.
Nosotros también manifestamos parte de la información que nuestra pareja no admite en ella, y es muy enriquecedor poder prestar atención a esta retroalimentación de información.
Por eso es una pérdida de tiempo cuando nos empecinamos en cambiar al otro, es casi tan absurdo como si tratáramos de cambiar la imagen que nosotros vemos reflejamos en una espejo, hasta que no cambiemos nosotros, la imagen del espejo no podrá cambiar y reflejar algo distinto.
Igual sucede con la pareja, hasta que no realicemos el cambio en nosotros mismos, vamos a seguir viendo esa información disonante que tanto nos molesta reflejada en el otro.
Entonces aquello que vemos como un conflicto en nuestra relación de pareja en realidad es una gran oportunidad de cuestionarnos y transformar en nosotros mismos aquello que vemos reflejado fuera.
Ese reflejo que tenemos enfrentre, auténtico y veraz, nos abre una oportunidad para conocernos más, para iluminar nuestras sombras, para crecer y mejorar como personas.
Aprovechar la vida en pareja como un camino de transformación mutua a traves de mirarnos en ese maravilloso reflejo, comprendernos, descubrirnos y convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos es una bendición, un verdadero regalo, y nos hace mirar a la pareja de una manera mas profunda y espiritual, nos hace mirarla como un encuentro sagrado.
¿Como podemos utilizar este reflejo para mejorarnos nosotros mismos, y al hacerlo mejorar la relación?
Podemos mirar la relación como un observador, y si nuestra pareja nos ha sido infiel, o si es violenta verbal o psicológicamente, o si nos maltrata físicamente, o si hay faltas de respeto, son pistas para que nosotros podamos indagar en nuestro interior, y de la forma mas honesta posible, buscar en que área de nuestra vida hemos perdido la coherencia, es decir cuantas veces hacemos cosas que no queremos hacer, decimos cosas que realmente no pensamos, decimos SI cuando queremos decir NO, preguntarnos cuánto es el respeto que nos tenemos a nosotros mismos, etc.
Al indagar en nuestras historias personales y en las creencias que tenemos sobre el amor y las relaciones de pareja, encontraremos donde está eso que vemos reflejado en la persona con la que compartimos nuestra vida.
Todas estas reflexiones son muy independientes a las decisiones que decidamos tomar con respecto a esa relación de pareja donde se nos presenta o manifiesta el conflicto.
Aquí lo que si es importante resaltar, es que, hacer la reflexión será indispensable para poder identificar aquello que debemos transformar en nosotros mismos para que la relación se transforme también, y así no tengamos que ir por la vida repitiendo la misma historia una y otra vez, con la única diferencia del cambio de nombre del co protagonista de la nueva experiencia.
Recordemos que a cada minuto estamos co creando nuestra realidad con nuestros pesamientos basados en la información que tenemos en mente subconsciente, esta información se va proyectando en nuestras vivencias y nuestras relaciones, es por eso la importancia de cambiar nosotros, para que cambie también nuestro mundo y nuestras experiencias.