menu

Reconoce si estás en el rol de víctima

Marisa Velásquez

02 enero 2020

Reconocer si estamos viviendo desde el rol de víctima no es una tarea sencilla. Es un papel  que venimos arrastrando culturalmente a través del tiempo, siendo una forma muy usada  para expresar y manejar la ira y el enojo, sin saber que esto nos crea más sentimientos negativos que son dañinos para nosotros y para nuestra salud.

Vivir desde la victimización es aprobado, comprendido  y bien visto socialmente.

Nos desarrollamos en una sociedad donde el  sufrimientoes premiado y aceptado, donde el esfuerzo, es entendido incluso como sufrimiento para conseguir lo que uno quiere.

El rol de víctima puede adoptarse involuntariamente, debido a una distorsión en la percepción hacia los demás,  se puede percibir que las personas están en contra de uno o incluso que pueden tener intenciones de perjudicarnos.

Muchos optan por este rol porque resulta más fácil ser víctimas que responsabilizarse de las situaciones que viven como consecuencia de sus decisiones, culpando a los demás por los resultados, su dolor y sufrimiento.

Al evitar tomar responsabilidad de sus vidas permiten que el “destino o la suerte” sean los que dirijan su futuro.

El  “formato” de la víctima nos lleva a experimentar situaciones que nos hacen sufrir. Nos hace sentir que nuestras necesidades no son satisfechas, y esto  nos entristece, nos deja sin energía y nos desmotiva. Pensamos que la vida es injusta,  nos sentimos traicionados por los demás, cuando la verdadera traición nos las hacemos a nosotros mismos. Nos sentimos poco valorados, reconocidos y  amados, sin  darnos cuenta que en realidad somos nosotros mismos quienes no nos valoramos, reconocemos y amamos.

La queja se vuelve una constante en el día a día y  nos lleva en muchos casos a la mas profunda desesperación. Si pensamos en algún “beneficio secundario” de vivir desde la victimización podemos ver que lo que se obtiene con esto  es empatía, atención y  amor.

Al mantenernos en este camino, químicamente en nuestro cerebro se empiezan a generar una serie de neurotransmisores y sustancias que son altamente adictivas, y como consecuencia, pasamos a ser adictos al sufrimiento. Entramos en un círculo vicioso que se nos hace bastante difícil de romper.

Siendo honestos,  podemos reconocer que en algún momento de nuestras vidas todos hemos representado este rol de víctima. Pero ahí no radica el problema, el principal problema está en que seamos capaces de darnos cuenta que estamos en ese rol, ya que solo reconociéndolo podremos salir de el  y empoderarnos para cambiar la experiencia.

¿Cómo darnos cuenta si estamos jugando el rol de víctima?

Podemos identificarnos en el rol de víctima si  pensamos que las situaciones que nos ocurren en la vida son producto de la mala suerte, del mal karma, o llevándolo a un extremo, creer que es producto de una cruz que Dios no ha enviado.

Al tener este patrón de pensamiento solemos acumular resentimiento,  aferrándonos al dolor del pasado  y se nos hace difícil perdonar a los demás y a nosotros mismos, la justificación puede ser la eterna compañera en este camino de la victimización, el entrar en cuadros de ansiedad y preocupación constante  en vez de enfocarnos en soluciones, el mentirnos a nosotros mismos al expresar que no sabemos por que nos pasan las cosas o como hemos podido llegar a situaciones extremas en nuestras vidas.

Escucharnos hablar puede ser útil, para darnos cuenta si nos quejamos constantemente en vez de expresar directamente nuestras propias necesidades, o si culpamos, criticamos y juzgamos a los demás de todo lo que nos pasa en vez de hacernos cargo,  o si nos excusamios en nuestras experiencias dolorosas del pasado para tomar nuestras decisiones en el presente.

El percibir el mundo y nuestra vida como una eterna lucha también nos hace experimentar la victimización.

Sentir que no tenemos el menor control sobre las circunstancias y que somos dominados por lo que sucede a nuestro alrededor, o  negar nuestros sentimientos asumiendo falsas fortalezas ante los demás, nos conecta con mucho dolor y nos refuerza la experiencia de sentirnos victimas.

¿Cómo salir de la victimización con éxito?

Para poder superar todo esto es importantísimo tener claro algo: “NOSOTROS SOMOS LOS UNICOS RESPONSABLES DE TODO LO QUE NOS SUCEDE”

Lo que puede invertir el patrón de pensamiento de las personas que viven desde el  victimismo es el ver las situaciones de la vida como una oportunidad en vez de verlas como un problema, al hacerlo cambiará nuestro estado mental, nuestra química cerebral  y nuestra vibración, como consecuencia vamos a co crear situaciones diferentes en nuestras vidas.

Ser conscientes que las experiencias que denominamos malas, o poco agradables son consecuencia de las malas decisiones que hemos tomado y del patrón mental que se esconde detrás de estas decisiones.

Nosotros no vemos el mundo exterior como es, sino lo vemos a través y en función de nuestros filtros mentales, percibimos y creemos que nuestra percepción es real, cuando en realidad esta percepción es una interpretación mental de lo que es basado en nuestras creencias.

Si queremos cambiar lo que experimentamos, debemos cambiar las creencias que generan nuestros pensamientos,  emociones y actitudes.

Debemos hacernos conscientes que somos nosotros mismos los hacedores de nuestras experiencias y por lo tanto de nuestros destinos, y que son nuestros pensamientos los que van diseñando segundo a segundo lo que vamos a vivir en nuestro futuro cercano.