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Gigi Amesquita

Testimonio

Llegué a PSYCH-K en un momento en mi vida en el que me sentía demasiado infeliz, angustiada, deprimida. La capacidad de hacer algo para mejorar o sobrellevar cualquier cosa, de pronto la perdí y empecé a caer, caer  hasta desear simplemente desaparecer.  El problema que más me afectaba era mi matrimonio. Luego de varios años lidiando con diferentes temas, habiendo pasado por terapias, iglesias, retiros, etc. empecé a darme por vencida. Antes nunca había contemplado la posibilidad de divorciarme, siempre tenía la energía para buscar esa puerta y la encontraba, ayudaba por un tiempo y luego lo mismo. Pensaba que por mis hijas el divorcio no era una posibilidad. Hasta que llegué a un punto en que prácticamente decidí divorciarme. Pero estaba tan mal emocionalmente, que pensé “así  no puedo separarme; así que primero tengo que mejorarme yo”. Él ya no me importaba, menos Nosotros. Solo yo. Y en ese estado empecé mi terapia psicológica, la cual me ayudó muchísimo y me hizo entender muchas cosas. Yo mejoré bastante pero aún ALGO me faltaba. Las aguas en mi matrimonio se calmaron, pero nada como lo que yo quería, esperaba o deseaba.  Tenía en mi facebook a Marisa porque es amiga del colegio de mi esposo. Pero yo no la conocía más allá de leer las cosas que ella publicaba porque me llamaban mucho la atención. Un día leí una de sus publicaciones con más profundidad.  Recuerdo que era sobre las personas que comen compulsivamente, y decía que detrás de esas ansias de comer hay una carencia emocional.  Y algo dentro de mí me dijo, “ella sabe algo que me puede ayudar”. Entonces  esa misma mañana, un poco más tarde mientras manejaba decidí contactarla. No la conocía, así que estacioné el carro y le mandé un mensaje por el Messenger.  Muy rápido ella contestó y se ofreció a llamarme. Le conté como estaba, y le dije  que me las estaba jugando todas por mi matrimonio, que me sentía muy deprimida y que necesitaba ayuda.  Ella respondió a mi angustia con una tranquilidad y seguridad, que fue alucinante. Y no hubo una célula de mi cuerpo que lo dudará. Sin saber exactamente qué es lo que Marisa hace, agendé mi primera cita.

Al llegar a la terapia, ella me explicó brevemente  de que se trataba y sin más demora empezamos a trabajar.  Lo que viene pasando en mi vida desde el día que salí de ahí, solo lo puedo describir con una palabra: MILAGROSO. Y no lo digo en el sentido divino, sino en el sentido de que es tan grande y maravilloso que resulta difícil de creer como los milagros.  Para empezar, toda la negatividad, derrotismo y depresión que tenía encima se esfumó. Me sentí después de muchísimo tiempo FELIZ. Ya casi había olvidado cómo se sentía estar así. Me sentí FELIZ Y ORGULLOSA de mí.  Y esto fue ahí mismo, saliendo de la terapia y manejando a casa.  Desde entonces TODO, empezó a cambiar: mi relación conmigo misma y con la vida, la relación con mi esposo, la relación con mis hijas, las cosas en el trabajo,  mi  yo de hija y de hermana…me empecé a sentir feliz en todos los aspectos de mi vida. Y empecé a tener una claridad para ver tantas cosas. Toda mi vida se ha empezado a llenar y empapar de felicidad y ganas de darme a todo y a todos como si estuviera debajo de una catarata de agua que no para de empaparme.
A los días de la primera sesión, empecé a leer sobre PSYCH-K y a enterarme de qué se trataba. Y desde entonces no he parado de aprender. Ahora entiendo que lo que ella hizo es reprogramar mis creencias y con ello mágicamente cambio mi interior y de alguna manera todo lo que me rodea tiene otro color. Según lo que ella recomendó aún debo ir a dos sesiones más. Y no puedo ni imaginar cómo será mi vida de feliz y bella  para entonces, porque lo que tengo ahora ya es bastante maravilloso.

A través de este testimonio, doy gracias una vez más a Dios, porque nunca me soltó de la mano y una vez más me puso a la persona indicada delante para demostrarme que me hizo un ser de luz que vino a ser feliz y dar felicidad. Doy gracias a Marisa, por el cariño con el que me recibió desde aquella primera llamada. La bendigo en mis oraciones  todos los días por su fuerza, por su carisma, por su don de darse a los demás y por la capacidad tan grande que tuvo en aquella llamada telefónica  de transmitirme tranquilidad y certeza de que todo pasaría y que estaría feliz.  Marisa y PSYCH-K me han cambiado la vida y lo mejor de todo es que  ello repercute en mi entorno más cercano de una manera mágica y perfecta.  ¡Lo estoy viviendo!